Quién no tiene recuerdos de su infancia asociados a ese juguete tan especial, ese que nos acompañó tanto tiempo o que fue tan divertido. Es cierto que en nuestra época no había tantos juguetes, por lo que los pocos que teníamos se han quedado grabados en nuestra memoria.
Hoy en día siempre decimos que los niños ya tienen de todo, y muchas veces no sabemos qué regalarles por su cumpleaños, o en Navidad, por eso en esta entrada queremos daros ideas para que podáis hacer un regalo tanto a vuestro hijo, sobrino o nieto como a vuestro «niño interior». Os llenará de recuerdos y seguro que compartiréis momentos muy especiales.
LOS DE TODA LA VIDA
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Empezamos esta entrada con los juguetes más clásicos, los de toda la vida, aquellos con los que jugamos no solo nosotros, sino también nuestros padres, e incluso nuestros abuelos. Como son tan simples o sencillos a veces nos olvidamos de esa máxima de cuánto más hace el juguete menos hace el niño. Aquí el niño o niña será el gran protagonista.
Peonzas o trompos de madera
Los trompos de madera fueron uno de nuestros clásicos. ¿Quién no hizo batallas interminables con sus amigos?
No necesitan pilas, ni baterías, ni luces ni nada… Tan solo es necesario algo de práctica y al principio «cogerle el truquillo». Puede ser un buen regalo para tu hijo/a porque podréis pasar un tiempo precioso juntos aprendiendo a usarlo y luego recordando esas batallitas de la infancia.
Lo ideal es comprar más de una, para poder quitar todo el partido. Puede ser bueno como regalo de cumpleaños o en cualquier otra celebración infantil, en ese caso os recomendaríamos comprar alguno de los lotes de peonzas que podemos ver en la tienda de Amazon (de 4, 8 o 12), ya que salen bastante bien de precio y además están envasadas individualmente y fabricadas en España.
Seguro que mayores y pequeños lo disfrutarán un montón, celebraremos una fiesta en la que todos participarán, incluso habrá mayores que vuelvan a su niñez y se enzarcen en alguna que otra batalla de trompos.
Las canicas
Las canicas no necesitan presentación, ni luces, ni batería, ni nada de nada… ¿Recuerdas esa emoción cuándo ganabas una canica nueva? ¿Y las batallas en el patio del colegio?
Hoy en día los niños necesitarán un «pequeño manual de instrucciones», porque no sabrán muy bien como jugar con ellas (no tienen modelos), pero ahí estamos los mayores para enseñarles lo divertidas que pueden ser estas pequeñas bolitas redondas. Los apartaremos de las pantallas por unas horas y pasaremos buenos ratos juntos.
Te recomendamos comprar un paquete de 100 canicas, porque lo cierto es que están muy bien de precio y dan para que varios niños puedan jugar y competir con ellas en cualquier fiesta o celebración.
El yo-yó
Otro de los clásicos es el yo-yó. No servía para hacer «peleas» con los amigos, pero siempre despertaba nuestro espíritu competitivo, a ver quien conseguía moverlo durante más tiempo, o quién hacía las piruetas más extrañas.
Los había de infinidad de colores y diseños, y ya cuando llegaron los yo-yós con lucecitas, el que tenía uno de estos estaba en el top-ten.
Nos pasábamos buenos ratos con nuestros amigos/as. No había pantallas y con algo aparentemente tan sencillo, nos pasábamos horas inventando trucos y más trucos para no aburrirnos nunca.
La plastilina de toda la vida
¡Hoy en día todo se hace «blando»!, hasta la plastilina, porque casi todos los niños y niñas conocen la Play-Doh, pero muy pocos han jugado con las de Jovi, esas con la que tenías que hacer un calentamiento previo para poder empezar a jugar, en sentido literal y figurado, je, je!
Pero tenía sus ventajas, ya que esta no se secaba nunca, la podías usar una y otra vez
Con estos tacos de colores podías echar a volar tu imaginación y crear un mundo de fantasía sin salir de casa. Era ideal para esas tardes de invierno en las que no podías salir.
En mi infancia recuerdo que conseguir un solo taco de estos era complicado, pero hoy en día se puede comprar una caja con varias unidades de plastilina JOVI por poco más de 10 €, y tiene la ventaja de que esta nunca se acaba, no se seca nunca, por lo que será una inversión a muy largo plazo (a menos que las mezcles, ¡¡ahí se acababa todo!!)
LAS MAQUINITAS
Y, como no, tenemos que hacer mención a algunos de los primeros juegos electrónicos y videojuegos. Era algo que nos llamaba mucho la atención, porque era algo muy nuevo y aún desconocido. De hecho nosotros los llamábamos «maquinitas», ¿tu también los llamabas así?
Telesketch
Quizá para los niños de hoy en día el telesketch no entre en la categoría de «maquinitas«, porque no saben lo amplio que podía ser este concepto en nuestra época.
Lleva con nosotros desde el año 59 y nos permitía hacer todo tipo de dibujos de una forma «mágica».
Aunque parece mentira, el telesketch aún se sigue vendiendo y sigue teniendo tanto éxito hoy en día como lo tenía hace 50 años.
Los videojuegos y las videoconsolas
¿Recuerdas aquellas primeras videoconsolas? La Nintendo Switch no es nada comparado a la emoción de esos primeros juegos de Mario Bros o el de disparar a los patitos. No había nada más emocionante que estas partidas, tanto que ya nos decían nuestros padres «todo el día con la maquinita«. ¡No sabíamos la que se nos venía encima!
Ahora podemos encontrarnos en Amazon unas imitaciones que están muy bien de precio, por menos de 20 € podrás recordar aquellos maravillosos años y descubrir que para tu hijo, esos clásicos también tienen algo especial. Además esta que os propongo tiene la opción de dos jugadores, por lo que podréis echar unas partiditas y recordar la emoción de estos videojuegos.
Para los más nostálgicos, también hemos encontrado esta videoconsola retro, para recordar todas esas horas que nos pasábamos en los recreativos (¡Ai! ¡Qué tiempos aquellos!), desconectando totalmente del mundo exterior, intentando sacar todo el partido posible a esas 25 pesetas que nos habían dado.
En esta también podrán jugar una o dos personas (sin batallas no es lo mismo), por lo que la diversión estará asegurada.
El tamagotchi
Este ya nos cogió un poco más mayores, pero lo que molaba la mascota virtual esta. El tamagotchi era lo máximo.
Tenías que hacerte cargo de tu propia mascota y la podías llevar en tu bolsillo para «fardar» con tus amigos/as. La verdad es que era sacrificado, pero era bonito verlo crecer, ¡Je,je!. Recuerdo que mis padres me decían que cuidaba más a mi tamagotchi que a mi perro, pero es que era tan adorable.
Creía que ya no existían los muñequitos estos, pero ¡resulta que sí! Aún están a la venta y con el mismo nombre. No recuerdo el precio que tenían entonces (si que eran bastante caros), pero ahora puedes encontrar tu tamagotchi por menos de 20 € en Amazon.
JUEGOS DE MESA Y DE CARTAS
Las parejas del mundo
Estas cartas tienen ya más de 50 años, pero seguro que aún recuerdas los buenos ratos que pasabas de pequeño/a con este juego que nos ayudaba a desarrollar la memoria, concentración y buscar la mejor estrategia.
Pero lo mejor de todo es que nos servirá para pasar buenos ratos en familia, porque su dinámica es fácil para niños desde 5 o 6 años. ¿Aún recuerdas las normas? Si no es así no te preocupes, porque las encontrarás dentro del paquete.
Otro motivo para hacerte con ellas es que por unos 3,50 € ya puedes comprar en Amazon esta baraja con las 40 cartas y unas ilustraciones que te recordarán bellos momentos.
Juegos reunidos Geyper
Nos pasábamos horas y horas con este juego de mesa en las tardes lluviosas (y a veces no tanto)
Recuerdo que había los de 25, 50 o incluso más juegos diferentes, aunque al final acabases tirando siempre del mismo, ¡je,je!
Sacar la caja y decidir a qué íbamos a jugar, ya era parte del juego. Y luego estaba el librito de instrucciones. ¿No os pasaba que alguno de ellos aún hoy no tenéis idea de cómo eran? Nadie podía descifrarlo, o quizás nadie se paraba lo suficiente.
Ahora ya no podemos conseguir los de Geyper (¡que pena!) pero en Amazon podemos comprar los de Falomir juegos, por menos de 20 € tendremos 400 juegos diferentes!! No será exactamente lo mismo, pero es probable que nos encontremos con escenas muy similares a las de nuestra infancia al elegir los juegos, tener nuestros favoritos «machacados» y otros que nunca nos hemos atrevido a tocar.
LOS MÁS LOCOS
Queremos reservar un espacio especial para los más locos, aquellos que no sabías si llamarles juguetes o simplemente cosas. No tenían funcionalidades muy especiales, pero tenían algo raro y atrayente a lo que no podías resistirse.
La mano loca
Si hablamos de juguetes locos, teníamos que empezar con estas «manos locas«, con las que pasábamos ratos y ratos «haciendo el tonto«.
La sencillez del juego hacía volar nuestra imaginación (a veces también volaba la propia mano, ¡Je, je!). Recuerdo intentar pegarla en muchos sitios diferentes. ¿Y cuándo se quedaba pegada en el techo? Venga a darle con la escoba para que bajase.
Hoy en día aún se pueden conseguir como regalo en algunos paquetes de gusanitos (o como quiera que se llamen ahora). Pero también podemos comprarlas en Amazon, un paquete de unas 24 por menos de 10 €. Son ideales para cumpleaños y otras celebraciones, seguro que los niños se divertirán como nunca.
Muelle arcoiris
No recuerdo muy bien cómo se llamaba este juguete (o cosa), pero creo que no necesita presentación, solo con verlo todos recordamos esas carreras que hacíamos escaleras abajo, a ver cuál llegaba más lejos, o enrollarnos con el, enrollar a nuestros amigos o hermanos…
¡Y lo que se liaba! Cuando eran un par de vueltas aún tenía solución (desenliarlo nos llevaba unas cuantas horas, pero nos mantenía entretenidos), pero llegaba un punto en el que ya no había vuelta atrás, se quedaba totalmente inservible.
¿Creéis que habría que añadir alguno más? Dinos en comentarios cuál fue tu juguete especial de la infancia.